CIUDAD DE MÉXICO.- El incremento del salario mínimo anunciado ayer podría presionar el nivel de inflación, pero se espera que el impacto no sea tan fuerte como para no implementar la medida, aseguró el Gobernador del Banco de México.

Durante la presentación del informe de Banxico del segundo trimestre, Agustín Carstens, Gobernador del banco central, dijo que el incremento salarial provocará que algunas empresas experimenten aumentos importantes en sus costos, lo cual se reflejaría en alzas a los precios de los productos.

"Yo pienso que sí habrá cierta presión inflacionaria en el margen, pero sin duda no lo suficiente para modificar el incremento en el salario mínimo", dijo.

Carstens explicó que, ante el rezago que presenta el salario mínimo en el País, el incremento es necesario aunque lo que realmente hará posible mejores niveles salariales sostenibles será el impulso a la inversión y la productividad.

"Mayor crecimiento de la productividad es, en última instancia, el único modo de obtener una mayor expansión de la economía de manera sostenible, y por lo tanto, de incrementar las remuneraciones laborales y el bienestar de la población", expuso el Gobernador en su presentación.

Lo anterior permitiría el incremento salarial no sólo de los trabajadores que reciben el mínimo, sino un alza general de manera sostenible, sin presiones inflacionarias, desempleo o incrementos en la informalidad.

En la presentación, que fue la última que Carstens dará al frente de Banxico, se dio a conocer una revisión a la baja del crecimiento económico del País, de entre 1.8 y 2.3 por ciento, desde el rango anterior de 2.0 a 2.5 por ciento.

Lo anterior debido al impacto que recibió la economía por los desastres naturales, tanto sismos como huracanes que afectaron la producción petrolera.

Entre los principales riesgos que enfrentará el País, Banxico destacó el resultado de las renegociaciones del Tratado de Libre Comercio y la volatilidad que podrán presentar los mercados frente al proceso electoral de 2018.

Además, Carstens indicó que el plan fiscal de Estados Unidos podría afectar las inversiones en México, así como los niveles de tasas de interés, situación que se deberá incorporar en el proceso de política monetaria tanto en México, como en otras economías.

Respecto a la nueva etapa que está por comenzar en el Banco de Pagos Internacionales, con sede en Suiza, Carstens aseguró en tono bromista que extrañará las tortillas, los chicozapotes, los chiles y, en general, la comida mexicana.