CD. OBREGÓN, SONORA MARTES 23 DE ABRIL DE 2024
Despejado
19.7°C
Deja muertos y heridos en Loma de Bácum el gasoducto del progreso
Francisco González Bolón ESPECIAL
21 de Octubre de 2016

BÁCUM, SONORA.- Un gasoducto que, según autoridades y empresarios, traería progreso a Sonora, al momento ha dejado un saldo de dos muertos, varios heridos y 14 vehículos incendiados en un enfrentamiento entre miembros de la Tribu Yaqui en la Comunila de Loma de Bácum.

En versiones encontradas de los indígenas presentes en el lugar, cada bando se adjudica los heridos y fallecidos, pero dejan en claro que quienes llegaron a Bácum fueron los de Loma de Guamúchil, acompañados supuestamente por miembros de otros seis pueblos a favor del gasoducto.

Alrededor de las 12:30 horas, se indicó, llegaron alrededor de 500 yaquis en diversos autos encabezados por el gobernador espurio de Loma de Guamúchil, Juan Luis Matuz González.

“Veníamos a dialogar para encontrar un arreglo al asunto del gasoducto, pero nos recibieron a balazos”, fue la versión del gobernador cocoreño, “y a nuestra gente le dijimos que sólo fueran espectadores, que no cayeran en la confrontación pues veníamos desarmados”.

Querían gobernador espurio

Pero los de Loma de Bácum afirmaron que en realidad a lo que llegaron, y armados, los de Cócorit, fue a querer imponer a José Luis Tronquito como gobernador, a fin de tener ya del lado del gobierno de Sonora a todos los pueblos y que Bácum firme el acuerdo para el paso del gasoducto por su territorio.

De hecho ya se habla de que Tronquito ya está armando una Comunila en otra parte del pueblo para desde ahí imponer a otro gobernador que esté de acuerdo con el gasoducto.

“Pero nosotros estábamos desarmados, aunque ya temíamos esta confrontación porque van seis veces que lo intentaban y ahora todo terminó en muerte. Y todo porque tanto las empresa constructora del gasoducto como el gobierno de Claudia Pavlovich los están apoyando”, expresaron los bacumenses.

En la refriega falleció Cruz Buitimea Piña, cuyo cuerpo quedó justo en la Comunila y a un lado una motocicleta, en tanto que alrededor de 14 automóviles fueron incendiados por ambos grupos.

Los de Bácum sostienen que los autos quemados a los de Cócorit eran de modelos recientes y les habían sido entregados por la empresa Gasoducto de Agua Prieta en pago por haber firmado el contrato para el paso de la obra por tierras yaquis.

Aunque de paso fueron incinerados otros automóviles de la misma etnia que se encontraban en el lugar a la hora de la confrontación.

Retiran cuerpo

Mientras el humo de los automóviles se elevaba al cielo, la situación era tensa después del enfrentamiento, pero arribaron patrullas del Estado, de Bácum, del Ejército, la Federal Preventiva e incluso unas tres de Cajeme y los de Cócorit y otros pueblos se replegaron rumbo a la carretera, coordinados por el Capitan de Loma de Guamúchil, César Cota, quien fue considerado como el más agresivo durante el pleito.

La camioneta del Servicio Médico Forense fue escoltada hasta el área donde se encontraba el muerto y tras dialogar con los indígenas se permitió el retiro del cuerpo, mientras llegaba la versión de que en el hospital había fallecido Florencio Flores Álvarez, de 68 años.

Tras retirar el cuerpo, la tensión regresó al escenario hasta que, escoltados incluso por patrullas estatales y Ejército, se volvieron a acercar a la Comunila los de Cócorit bajo la idea de que les entregaran a la persona que supuestamente baleó a Buitimea Piña.

Dialogaron por unos minutos en forma agresiva hasta que los de Bácum empezaron a pedirles que mejor se retiraran, pues ya habían causado muertos y lesionados, pero la mecha volvió a encenderse cuando aparentemente salió huyendo la persona acusada del asesinato.

Debajo de un guamúchil comenzaron a golpearlo pero se escapó corriendo y ambos bandos comenzaron a arrojarse piedras, que incluso le tocaron a policías de todos los niveles y hasta a reporteros, que salieron disparados por todos rumbos para esconderse.

Los de Bácum culparon en todo momento a la empresa constructora y al gobierno del Estado de ser los patrocinadores de estas agresiones, pues en la guardia tradicional sólo estaban unos 60 yaquis, mientras que de otros pueblos llegaron unos 500 a provocarlos con su intento de imponer una autoridad afín a sus intereses.

A las 15:20 horas, los de Loma de Guamúchil acordaron retirarse para irse a su Comunila, pero en el sitio varias patrullas estatales quedaron vigilando y fueron reforzadas con otras de la Policía Federal.

De los hospitales se reportaban no solamente cinco heridos sino decenas, pero debido a la confusión no se confirmó el número exacto, pero conforme las horas pasen se irá despejando la duda.

Mañana caliente

Pero la mañana había comenzado “caliente” en la Tribu Yaqui. Alrededor de las 7:00 horas, en la escuela Plan de Ayala de Loma de Guamúchil, un grupo de “cholos” al mando de César Cota, capitán de Cócorit, intentó llevarse por la fuerza al profesor Juan Sebastián Valenzuela Flores.

Lo acusaban de portar armas y defender a los de Bácum opositores al gasoducto, razón por la cual se le quitaría su trabajo como maestro, por lo cual con armas, palos y piedras armaron una gresca para llevarse al docente.

Los padres de familia comenzaron a defender al maestro y la tensión llegó a lo máximo, pero muchos otros comenzaron a escapar y se llevaron a sus hijos para que no vieran ese espectáculo y evitar que les tocara un golpe.

“A mi ni el Secretario General del Sindicato ni la directora de la escuela me han notificado que estoy despedido, como ellos dicen, por lo cual seguiré adelante con mis clases y no tengo miedo a represalias”, expresó Valenzuela Flores.

Pero por la vía lega también actuará, sostuvo, porque no es justo que lleguen a una escuela a violentar y asusten a los niños y padres de familia que ninguna culpa tienen de sus personales ambiciones económicas o de poder, ya que están protegidos por el gobierno de Sonora.

Otro maestro amagado por los seguidores de Miguel Ángel Cota Tórtola, oriundo de Loma de Guamúchil y con un puesto en la Comisión Estatal para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas, fue Artemio Valencia, de la comunidad de Tajimaroa.