En 2024, la producción agropecuaria de México se habría contraído 2.1 por ciento, con un total de 286.3 millones de toneladas de alimentos entre pecuarios, agrícolas y agroindustriales, 6 millones menos que los reportados el año pasado.
De acuerdo con estimaciones de Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA), con los resultados por confirmarse, el País estaría enfrentando su segundo año consecutivo en retroceso, pues en 2023, la caída anual en la producción de alimentos fue de 0.4 por ciento.
En 2024, el mayor impacto fue en el sector de granos y oleaginosas, especialmente en casos como el maíz y trigo, cuyas caídas fueron de doble dígito, en cada caso.
En otros sectores que históricamente se consideran exitosos, como es la producción de frutas y verduras, el año pasado México también se estaría apuntando una caída de casi 3 por ciento.
Juan Carlos Anaya, director general del GCMA, explicó que los resultados de 2024 se ven principalmente impactados por los efectos de la sequía, considerada la más severa en los últimos 50 años, un tema que afectó especialmente en la producción de granos.
"Esta caída consolida un segundo año consecutivo de retroceso, atribuida a factores como el cambio climático, sequía, la inseguridad y políticas públicas que no fomentan la productividad ni la rentabilidad del sector.
"Si tuviéramos buena tecnología, minimizas el problema, pero contra la sequía no hay defensa", acotó el especialista.
De acuerdo con los datos del Sistema de Información Agropecuaria y Pesquera (SIAP), la producción total de granos y oleaginosas habría registrado el año pasado su nivel más bajo desde 2014, con 36.2 millones de toneladas. Sin embargo, la perspectiva es peor para este año.
"En el tema de granos y oleaginosas han aumentado las importaciones, porque ha bajado la producción, cada día dependemos más de las importaciones y para 2025 el panorama está peor", adelantó.
Añadió que el trigo viene de una caída histórica de los últimos 30 años.
En diciembre pasado, REFORMA publicó que, en estados como Sonora, principal productor de trigo a nivel nacional, la superficie sembrada en el ciclo otoño-invierno, misma que se estaría cosechando en la próxima primavera, se redujo en más de 80 por ciento.
En casos como el sector de frutas y verduras agroindustriales como la caña de azúcar y el agave, para el especialista al reto de la crisis climática, los productores enfrentan problemas de inseguridad y hasta falta de programas de apoyo.
"Con todo el tema de la inseguridad, la gente está dejando de invertir, la situación es delicada.
"Este subsector, que había mostrado dinamismo por más de tres décadas, enfrenta estancamiento debido a la falta de inversión, inseguridad y sequía", detalló el directivo de GCMA.