CD. OBREGÓN, SONORA VIERNES 19 DE ABRIL DE 2024
Nubes dispersas
34°C
Se habla español en Marlines
Redacción
19 de Mayo de 2019

Aunque creció en Tampa, Florida, donde existe una gran población cubana, Connor Scott no aprendió nada de español.

Pero en febrero, mientras hablaba frente a una decena de otros candidatos a miembros de los Marlines de Miami en una rueda de prensa de práctica, su fluidez no reflejaba la de alguien que llevaba menos de un año tomando clases.

"Connor, ¿cuál es tu auto favorito?", le preguntó en inglés Luis Palacios, un lanzador venezolano que estaba aprendiendo ese idioma.

"Mi vehículo favorito es el Ford F-250", respondió Scott en castellano, con sólo un poco de ayuda. Sus compañeros de equipo se sorprendieron y alegraron.

"El acento te está saliendo muy bien", dijo Colleen Mitchell, otra maestra de los Marlines. "Qué orgullo".

Este tipo de intercambio lingüístico fue exactamente lo que Derek Jeter, la superestrella de los Yanquis, soñó cuando se convirtió en el director ejecutivo de los maltratados Marlines en 2017.

Durante su etapa de jugador profesional, Jeter había visto que muchos ligamayoristas hispanohablantes aprendían inglés al llegar a Estados Unidos, pero sentía que eso apenas era la mitad del trabajo.

"La comunicación es una parte importante de este juego, ya sea entre un lanzador y un receptor o sólo entre los compañeros de equipo", afirmó Jeter en su sencilla oficina del estadio Roger Dean Chevrolet en Júpiter a principios de este año.

"Así que es igual de importante que los jugadores angloparlantes aprendan español".
No es de sorprender que sea habitual enseñar inglés a los latinos. Casi el 30 por ciento de ligamayoristas nacieron en esa zona (el porcentaje es mayor en Ligas Menores). Sin embargo, los Marlines son de los pocos equipos que hacen lo contrario: impartir clases de español para los angloparlantes en todos los niveles de la organización.

Incluso Jeter toma clases.

"Si no hablas español en Miami hay ciertos lugares en los que ni siquiera puedes ordenar tu comida. Y si vamos a andar sermoneando a los jugadores, deberíamos hacer lo mismo con la administración", declaró.

Durante su exitosa carrera profesional de 20 años con Yanquis, Jeter, originario de Míchigan, tuvo compañeros de toda América Latina: Jorge Posada (Puerto Rico), Mariano Rivera (Panamá) y Robinson Cano (Dominicana), por nombrar algunos.

Pero Jeter dijo que le molestaba la distancia que surgía en el club entre los anglo y los hispanohablantes al momento de socializar.

Tampoco le gustaba que sus compañeros hispanohablantes tuvieran dificultades para pedir comida en inglés o se les criticara por las respuestas que daban en entrevistas realizadas en un idioma que no era el suyo.

Así que cuando Jeter, de 44 años, asumió el mando de los Marlines, se propuso abordar esta dificultad. Y por lo pronto, aún no se siente listo para dar una entrevista en español.

Pero exigió que se implementara una reforma al programa de desarrollo para los jugadores con un nuevo enfoque en las habilidades para la vida diaria, desde clases de cocina hasta planeación financiera.

"Les voy a enseñar español a mis hijas lo más pronto posible", dijo. "Es algo que me hubiera gustado aprender de joven".

En familia

Los cambios ya se sienten en los Marlines.

Sergio Romo, cerrador de Miami y mexicoestadounidense nacido en la ciudad fronteriza de Brawley, California, dijo que escuchar a los empleados de la recepción decir unas pocas palabras en castellano hacía que muchos jugadores latinos se sintieran más respetados y aceptados.

"Es alentador. Una gran idea", externó Romo, de 36 años, quien a lo largo de su carrera ha sido el traductor entre jugadores que hablan español y los que hablan inglés.