CIUDAD DE MÉXICO.- Aunque se esperaba que durante el mes de junio, antes del Juego de Estrellas, ya se contara con un segundo modelo de bola ajustado a las necesidades de la Liga, por ahora, los pitchers tendrán que seguir batallando con la OL 4000

"No saquemos conclusiones prematuras, esperémonos hasta el final de la temporada. Dije que estábamos analizando la pelota y que íbamos a ver su compresión", aseguró Javier Salinas, presidente de la LMB, durante el acuerdo con Pronósticos para la Asistencia Pública.

Por juego se registran aproximadamente tres jonrones, uno más que en el torneo pasado, pero que han servido para mejorar el porcentaje de bateo, el aumento de asistentes al parque y para disfrutar un espectáculo más vistoso, sin embargo, las desventajas vienen del lado del pitcheo.

"La pelota, es obvio, sí está más liviana que la anterior. Uno cuando agarra la pelota no se nota la diferencia, está prácticamente igual, pero sí, en el impacto con el bate sientes que vuela un poco más.

"En cuestión de los lanzamientos rompientes, en lo personal, siento que, en la altura de la Ciudad de México, rompen menos y la bola vuela más", expresó Arturo López, que registra un promedio de efectividad de 3.91 con los Diablos Rojos del México.

Es por eso que, los cuadrangulares, hits y ponches seguirán siendo protagonista el resto de la temporada 2019.