CIUDAD OBREGÓN.- En una visita a su abuela, quien se encontraba hospitalizada en el IMSS de Ciudad Obregón, “Zoe” encontró a Eliana Flores y con ella un hogar y a una familia, canina y humana, a quienes protege con un amor inmenso e incondicional.

“Zoe nos encontró a nosotros. Un día, mientras visitaba el Seguro Social, encontré a esta perrita. Estaba debajo de una palma, delgada y con una mirada que te partía el alma. Le di algo de comida y seguí con mi día. Cuando salí, para mi sorpresa, Zoe comenzó a seguirnos. Nos siguió al Oxxo y, sin darnos cuenta, hasta la casa”, expresó Eliana.

De entrada, sólo se quedarían con Zoe unos días, pero notaron que tenía un absceso, la llevaron al veterinario y descubrieron signos de maltrato, también que ya había sido operada de una de sus patas, pero aún tenía secuelas por el impacto de postas de rifle y una desnutrición severa.

Aunque la perrita aún tiene secuelas emocionales, a dos años de tener un hogar ha recuperado algo de confianza también para vivir con su ahora familia perruna, “Pacha” y “Valentina”, dos Golden Retriever que son hermanos y herencia de “Borges”, un Golden que tuvo la familia de Eliana y falleció.

“Al principio se peleaba con los otros perros, especialmente con Valentina. Pero con el tiempo se acostumbraron la una a la otra, aunque Zoe sigue queriendo ser la alfa. Es una perra guardiana, muy protectora y fuerte, y, a pesar de las dificultades, es una parte importante de nuestra familia”, manifestó.

Este 4 de octubre, Valentina y Zoe fueron llevadas por sus amigas humanas a recibir la bendición de San Francisco de Asís, el santo patrono de los animales, veterinarios y ecologistas, en la parroquia que lleva su nombre, ubicada en la colonia Bella Vista, en esta ciudad, a donde llegaron para esta consagración unas 30 mascotas, entre perros y aves.

“Traer a Valentina y Zoe a esta ceremonia es una forma de honrar la vida de Borges y seguir la tradición que, como familia, hemos construido. La protección que buscamos es tanto espiritual como física, y en esta fecha especial, es un recordatorio de lo mucho que nuestras mascotas significan para nosotros”, consideró Eliana.

Al invocar la intercesión de nuestro Padre San Francisco de Asís y pedir la bendición de Dios sobre las mascotas, alabamos al Creador por elevarnos por encima de las demás criaturas. Damos gracias por esta dignidad y vivimos siempre bajo su ley, enfatizó el presbítero Absalón Monroy, antes de rociar con agua bendita a las mascotas y a sus humanos.

“Pedimos la bendición de Dios sobre nuestros animales, nuestras queridas mascotas”, imploró, “Que esta bendición sea un recordatorio de nuestra responsabilidad de cuidar de la creación y de nuestras mascotas con amor y respeto, conscientes siempre de la ley de Dios”.