El Secretario de Agricultura, Julio Berdegué, rechazó el uso de maíz transgénico con el argumento de que el País es autosuficiente en maíz blanco, empleado principalmente en la cadena de producción de masa y tortilla.
Sin embargo, el panel comercial que perdió ante Estados Unidos está dirigido al uso de maíz amarillo transgénico que, en el caso de México, se emplea fundamentalmente para alimentar ganado y para la industria, siendo el País uno de los principales importadores.
"Vamos a seguir defendiendo la producción nacional de maíz blanco no transgénico. No necesitamos traer a México maíz blanco transgénico porque en nuestro País lo producimos y no es transgénico y es la base de nuestra alimentación", dijo el funcionario.
Berdegué confirmó que se impulsará una iniciativa de reforma constitucional que impida el cultivo de maíz transgénico en el territorio nacional.
México es un comprador clave de maíz amarillo transgénico de Estados Unidos, del que adquiere alrededor de 6 mil millones de dólares anualmente, según cifras oficiales.
La disputa comercial dio inicio por un decreto emitido por México en 2023 que prohibía el maíz amarillo para "consumo humano", entendido como todo aquel de uso directo, especialmente en harina y masa para tortillas.