Aún se recuerda esa foto en el Estadio Yaquis, en primer plano Adolfo García Morales, de fondo más de 50 patrullas de las diferentes Policías, 15 vehículos del Ejército y un helicóptero, de entonces a la fecha hemos sido testigos de la barbarie en Cajeme y todos siguen tan campantes en sus cargos.

“Que quede muy claro que, con esta decisión, voluntad y poniendo muy en alto el nombre de las instituciones que representan, vamos a dar respuesta a la ciudadanía de Cajeme”, dijo el Secretario de Seguridad Pública en Sonora el 9 de junio de 2017.

15 meses y cientos de muertos después, exhibidos los cadáveres desde el atrio de una iglesia hasta hieleras, completos o en partes, las acciones de las autoridades – todas- han sido insuficientes y tengo mis dudas si algunas autoridades en verdad han emprendido acciones.

García Morales en ese ardiente verano remató con que las autoridades tienen “un compromiso muy fuerte para poder cumplirle a la sociedad la tranquilidad y la paz que desea”, perdón señor Secretario, pero es que no es un deseo nada más, es una exigencia de cientos de miles de cajemenses.

De todos los problemas que enfrenta Cajeme sobresale la brutalidad con que se disputan el mercado los grupos del crimen organizado, que sumado a la facilidad con que se difunden los hechos nos coloca como espectadores de este reality macabro donde lo mismo puede usted ver como se quema un cuerpo que los restos de otros esparcidos entre una universidad y un parque infantil.

A unos días del relevo en el gobierno municipal nadie en Cajeme espera que la administración entrante vaya a solucionar el problema de la violencia en lo inmediato y menos aún en el fondo, no se ve quien se atreva a tomar la Secretaría de Seguridad Pública y enfrentar a la delincuencia, menos cuando ve que ni el Estado ni el Gobierno Federal se preocupan por el municipio de Cajeme.

Corresponde a nosotros exigir fuerte a estas autoridades indolentes, sí, pero también desde nuestra trinchera tratar de construir una mejor sociedad, más humana y respetando la vida y la dignidad del prójimo, se perciben en todo Cajeme la banalización de la muerte como espectáculo del que hay que estar al día, hay quienes incluso buscan por todos los medios estar actualizados con las fotos de los hechos violentos para estar vigentes en las conversaciones. 

Llegamos al límite de hacer de los homicidios en la vía pública los lugares virtuales de convivencia, ya no se reúnen en una plaza pública, ahora los cajemenses conviven en las redes sociales a la hora de que las autoridades levantan muertos en la vía pública, es común que se envíen saludos a través de las transmisiones en vivo, a ese punto hemos llegado.

Ya viene el relevo

En cinco días más habrá de terminar el trienio de Faustino Félix Chávez, suponemos que ni él debe estar conforme con el estado que guarda Cajeme en estos momentos, se comprueba que eso de los “astros alineados” es una vacilada cuando uno, dos o los tres órdenes de gobierno nomás no tienen voluntad ni coordinación para construir obra, pacificar colonias o aplicar programas.

Muchos de los problemas de Cajeme no nacieron con este gobierno y no van a finalizar con el que sigue. Para que el municipio avance se requiere de años de trabajo, de voluntad, de flujo constante de recursos, de supervisión de expertos, de no dejar solo al Presidente Municipal en turno.

Ya exhibe Morena prácticas parecidas a las del PRI en cuanto a los criterios para seleccionar a quienes habrán de ocupar los puestos en la siguiente administración, no varían nada del tricolor, ser pariente de algún destacado integrante del partido implica estar en la parte superior de la lista.

Una poco de protagonismo y un grueso blindaje del “mandato popular del 1 de julio” por parte de algunos funcionarios de la siguiente administración, sumado a un cabildo muy sui géneris en el que la mayoría debe firmar un pacto de civilidad, anticipan un trienio bastante interesante, tomemos asiento.

Nos leemos pronto. Cualquier comentario es bien recibido en gustavo@sintesisnoticias.com