Una lástima que las comparecencias de algunos ex servidores públicos de la administración que encabezó Faustino Félix Chávez hayan sido solo llamarada de petate, peor aún que al final la atención se centró en si iba a asistir o no el ex alcalde.

Hubo de todo, desde el ex contralor Fernando González que de forma nada diplomática se enfrentó a los regidores hasta quienes se adueñaron de la escena y se echaron a sus interlocutores a la bolsa, quizá por parte de algunos integrantes de la Comisión Especial Plural hubo excesos en cuanto al alcance de dichas comparecencias.

Se trataba solo de disipar dudas, de explicar por qué se tomaron tales o cuales decisiones no de exhibir la cabeza de alguien en la plaza pública, que la administración de Faustino Félix nomás no dio el ancho no hay quien lo dude, dejó a Cajeme en peores condiciones de cómo lo recibió, pero a la hora buena algunos ediles no supieron elaborar bien sus planteamientos.

Entre la Secretaría del Ayuntamiento y el Área Jurídica se encargaron de causar alboroto en cuanto a la pertinencia de la solicitud de comparecencia del ex Alcalde, darle un tratamiento distinto sería muy contradictorio para esta administración, al final “el malentendido” fue lo mejor para todos entre las posadas y los brindis ya ni quien se acuerde.

Por eso, después de escuchar todas las voces -algunas con el solo interés de lograr una notoriedad momentánea - es preciso esperar a ver que concluye el ISAF, es cuestión de tener paciencia, mucha paciencia.

Recuerdo hace tres años Faustino Félix Chávez nos platicaba de Cecilia Antillón Rosas como la pieza más importante de su dream team, ahora se vuelve la pieza más impresentable de su equipo, el beneficio directo a empresas creadas exprofeso para proveer al organismo y a particulares cercanos al ex alcalde son por lo pronto la primer mancha a esa dupla, para concluir eso no se necesita esperar a la conclusión de las auditorías.

Regreso al pasado

Dicen que los regidores del Ayuntamiento de Cajeme, sobre todo los que integran la Comisión de Hacienda y Cuenta Pública están bien atentos a los medios de comunicación y es que ahí es donde pudieran obtener información relacionada con el Presupuesto de Egresos porque el Alcalde no ha tenido la atención de presentarles el proyecto.

Incluso ya analizan ediles de varias fracciones votar el presupuesto en contra de no hacerles llegar la información con el tiempo suficiente para hacer un análisis. Qué ironía; lo que tanto reclamó la representación de Morena en el trienio 2015 2018, la falta de información, la negociación del voto en lo oscurito se sigue repitiendo, solo que ahora es el gobierno emanado de Morena quien lo promueve.

Mal inicio del PMD

No tiene ninguna lógica utilizar como parámetro los resultados estadísticos de una jornada de servicios asistenciales para sentar las bases de lo que será el Plan Municipal de Desarrollo, la visión que puedan tener desde la Secretaría Técnica del Municipio de Cajeme a través de esos ejercicios siempre será limitada.
 
Ahora resulta que el evento “De Fiesta con un Gobierno Abierto”, donde lo más solicitado fue tramitar descuentos en recibos para pagar lo menos posible al Oomapasc va a ser la manifestación más creíble de las necesidades del municipio y hacia donde estarán orientadas las políticas públicas.

Ya se le dio varias vueltas al discurso de la desconfianza de los ciudadanos hacia sus gobernantes, al hartazgo manifestado el 1 de julio, a los niveles altos de corrupción en los tres órdenes de gobierno, ya es hora que se pongan serios y digan cual es el plan de gobierno o su visión de municipio.

Lo del viernes anterior fue una mala broma para los cientos de ciudadanos que asistieron con la idea que el ejercicio de participación ciudadana iba en serio.

Además, lo que se presenta como un programa innovador donde se consulta a los cajemenses ya se había propuesto desde la administración anterior y con el mismo nombre, hace tres años lo puso a consideración del Ayuntamiento la fracción de Movimiento Ciudadano, claro que no se implementó, era demasiado pedir para una administración concentrada en esconder la basura debajo de la alfombra.