Fuera máscaras dice Andrés Manuel López Obrador cuando se lanza con descalificaciones contra quienes piensan distinto; algo similar ha comenzado a hacer Sergio Pablo Mariscal Alvarado con la inacción que promueve desde su oficina para meter debajo de la alfombra esos actos que desde ningún punto de vista se ven derechos de las dos administraciones municipales que le antecedieron.
El papel que juega el Contralor Municipal José Guerra es el más deprimente, recibe un sueldo para que los ciudadanos tengamos la seguridad que el Gobierno Municipal y los organismos descentralizados se administran de forma adecuada y en vez de ser el “watchdog” es quien busca exonerar a servidores públicos aduciendo que se trata de asuntos entre particulares.
Solo porque estaba ahí presente, en segunda fila de esa reunión lo pude creer. “Aquí lo único que hay son suposiciones” les dice a los integrantes de la Comisión Anticorrupción, intenta no salirse del script pero son demasiados los ediles que por lo menos buscan claridad en la operación de la compra venta del terreno del rastro, que al parecer es la más irregular.
Su postura es incomoda hasta para el resto de los integrantes del Órgano de Control y Evaluación Gubernamental, sus expresiones reflejaron frustración al no convencer con su primer argumento: intentaron sin éxito distraer con el proyecto del rastro, que si había sido aprobada por cabildo etc. Los regidores no ocultaron su molestia al ver que Guerra Beltrán los intentaba chamaquear y a partir de ese momento inició el viacrucis para Guerra Beltrán.
En su defensa el Contralor e integrantes de su equipo relacionaron la falta de información con la nula respuesta por parte de la Secretaría del Ayuntamiento, Ascensión López Durán acepta la culpa y argumenta que tiene un desorden en su dependencia porque son muchos los asuntos que se revisan y quizá algo se haya traspapelado. De ese tamaño la simulación.
Un día antes el Alcalde de Cajeme presentó ante representantes de los distintos sectores de Cajeme un informe a seis meses del inicio de la administración que encabeza, que buen ejercicio ese, vaya el reconocimiento para Sergio Pablo Mariscal, pero había que preguntarse también. ¿Dónde quedó la transparencia y la rendición de cuentas más allá de la firma de convenios con el ITIES?
Hay dependencias que no sabemos qué están haciendo, qué criterios se utilizan para adjudicaciones directas en las obras del Cecop por ejemplo, también no logramos tener claro por qué en ese paquete de obras las iglesias tienen etiquetados mayores recursos que las instituciones educativas, política muy contrastante por cierto con los postulados de un gobierno de izquierda.
Triunfalista
Ah como batalla el Jefe de la Policía Municipal (Oficialmente la Secretaría no existe) para aclarar por qué sigue ese manto de misterio alrededor de los escoltas a particulares, dice que son 14 y que efectivamente les paga el Municipio de Cajeme, pero su tarea es cuidar empresarios.
Aunque intentó recular, para Francisco Cano Castro existen ciudadanos de primera y de segunda, a unos se les asignan guaruras pagados con el erario – aunque existe un tabulador no se ha cobrado un solo peso- los segundos andan por la vida arriesgando a ser víctima de algún ilícito, aunque según sus cifras alegres los delitos van a la baja en un estudio que no pasa ni siquiera lo elemental de las matemáticas, mucho menos apreciaciones más sesudas.
Cambio de fondo
La regidora Guadalupe Ochoa se quejó que en la minuta de la reunión de la Comisión Anticorrupción y Transparencia no vio la votación para autorizar la presencia de reporteros que solicitaron estar presentes… se enfrascaron en esa sesión en un debate estéril, pero olvidaron el tema central: los preceptos que rigen la transparencia.
Tanto enarbolaron la bandera anticorrupción señoras y señores de la Coalición Juntos Haremos Historia que debieran aprovechar ahora que son mayoría en el Congreso local, en los ayuntamientos para modificar la Ley de Gobierno y Administración Municipal y eliminar ese velo de secrecía de las reuniones de comisión, los ciudadanos vemos con recelo esas reuniones privadas donde se dilucidan temas de interés público.
Imitadores del PRI
No es lo mismo andar en campaña que ser gobierno. La apertura de una oficina de enlace de legisladores de Morena fue un acto al más puro estilo del PRI, servidores públicos que debieran estar en las oficinas del Gobierno municipal hacían actos de genuflexión ante diputados federales y un senador.
Si tuvieran tantita memoria los empleados municipales que acudieron hoy de forma numerosa al acto partidista se darán cuenta que hace un año los ciudadanos estaban hartos por la misma simulación, por lo visto la Cuarta Trasformación tal como la conciben ellos es solo un cambio de fachada.